Por el camino largo: El sueño australiano de Gonzalo Abascal
Tras colgar los botines en Chile, el ex 'cruzado' recibió un llamado y fue a probar suerte a Oceanía, donde se ha consolidado como uno de las grandes figuras de la NPL en el Pascoe Vale. Eso sí, ahora la tarea es mayor y espera por un lugar en la millonaria primera división: La A-League.
Por Matías Bobadilla | @matbobadilla
Lejos de las luces y los millones que mueve la A-League -primera división australiana-, Gonzalo Abascal Muñoz se está haciendo un nombre desde abajo. El lateral formado en la Universidad Católica conversó con Prensafútbol sobre su vuelta a las canchas en la National Premier League (NPL), donde se ha transformado en uno de los mejores jugadores.
Luego de transitar en la ‘Franja’, Rangers y Magallanes, el zaguero decidió retirarse del fútbol a los 23 años. Sin embargo, un llamado desde Australia le hizo replantearse la idea. Tras probar suerte en el Green Gully y el Port Melbourne de la NPL, Abascal fichó por el Pascoe Vale, cuyo DT Vitale Ferrante lo firmó en el club tras dos días de verlo jugar.
«Físicamente no llegué muy bien, pero a las dos semanas pude jugar. Desde ahí jugué diez partidos, donde ganamos siete, empatamos uno y perdimos dos, así que fue muy bueno», dice el ex ‘carabelero’, que tras sus buenas actuaciones por el elenco de la colonia italiana fue electo como el jugador del mes de julio por la NPL.
«Eso es algo que nunca había hecho un defensa en la historia de la liga. Los dirigentes quedaron tan contentos que me quisieron renovar al tiro, porque había otros equipos interesados. Pero yo me voy a quedar acá», agrega el defensor de 25 años. Eso sí, su cuadro no logró meterse en playoffs tras quedar séptimos la temporada pasada, ya que solo clasifican los primeros seis.
Ahora, la misión de Abascal y el Pascoe Vale es meterse en los playoffs para la próxima temporada, donde el que gana se proclama campeón del estado de Victoria. Allá la competencia es estatal y el campeón de la fase regular de cada estado disputa un torneo con el resto de los campeones para definir al monarca del país.
LEJOS DE LAS LUCES
Cuando se escucha del fútbol australiano rápidamente se viene a la mente una especie de MLS al otro lado del mundo. Alessandro Del Piero, Albert Riera y Emile Heskey han sido algunas de las figuras internacionales que decidieron vivir el ocaso de sus carreras en una liga emergente y con muchos recursos.
Pero el resto del fútbol en el país es muy distinto. «No es lo que yo esperaba. Creía que acá todo era mucho más profesional y serio, pero igual es bien entretenido. Lo malo es que se entrena poco, dos o tres veces por semana. Por ejemplo acá pocos equipos te hacen contrato, generalmente se paga por semana. Si no juegas no te pagan», señala Abascal, que entrena en un gimnasio aparte todos los días.
Además, destaca que si bien las figuras reciben un buen salario -como en su caso-, igual deben trabajar durante el tiempo que no hay fútbol. «En el invierno se juega cricket y ocupan las canchas, así que el torneo empieza en febrero. Por mientras hay que intentar mantenerse en forma», complementa.
Por otro lado, la NPL tiene un trasfondo muy cultural pues todos los equipos pertenecen a las colonias, como el Pascoe Vale es el elenco de los italianos en Australia. «Hay equipos griegos, croatas y hasta macedonios. Entonces venden su comida, su cultura. Por eso existe una brecha tan grande entre la A-League y la NPL. En la A-League quieren clubes abiertos», añade. De hecho, no hay sistema de ascenso a la primera división.
EL CAMINO A LA A-LEAGUE
Una de las cosas que extrañó Gonzalo Abascal fue que al vencer a un rival difícil en un partido importante, sus compañeros fueron a saludar como si nada al rival y luego cantaron un par de canciones en el camarín. «Acá te enseñan a competir, ser positivos. Es otra cultura. Nadie se tira, no simulan, no hay agarrones. Es mucho más honesto todo. Pero, con excepción de unos pocos, no se vive la pasión por el fútbol», añade.
Eso sí, el ex ‘cruzado’ no está arrepentido de estar en Australia, donde ha vuelto a enamorarse del fútbol. «Aquí me volví a reencantar. Pero es otra manera de mirarlo, más liviana. Si acá se entrenara más los jugadores serían mucho mejores, hay un delantero que es extraordinario, pero no está ni ahí», complementa.
Ahora, tras la pausa invernal, «The Silencer» -como le apodan en su equipo- volverá en noviembre a la pretemporada, con la esperanza de que sea su despegue definitivo a la A-League. «En el club me han dicho que hay mucha gente de esa liga mirándome y que tengo muchas oportunidades», sentencia. Por ahora, va bien encaminado.