«En Suecia me miraban en menos por no tener un apellido sueco»

El delantero del Manchester United, Zlatan Ibrahimovic, se confesó y habló de su polémica manera de ser, las adversidades que ha sufrido a lo largo de su carrera y cómo ha sido víctima de discriminación en su país natal, esto porque tiene un apellido fuera de lo común.

Zlatan Ibrahimovic es uno de los delanteros más polémicos del mundo. Por eso no sorprendieron sus nuevas confesiones. El atacante del Manchester United habló sobre los aspectos más íntimos de su vida, los que han influido en su personalidad fuera y dentro de la cancha. Ahí reconoció que en su país nunca se ha sentido integrado como uno más, todo por tener un apellido extranjero.

«Cuando llegué a Malmö FC no fui aceptado como los demás ¿Por qué? Porque yo era Ibrahimovic. No era Andersson ni Svensson, todos esos apellidos típicamente suecos. Yo era extranjero y fui mirado en menos por el resto», explicó al Canal+.

Zlatan, además, recordó una anécdota que no se le olvidó jamás. «En las inferiores recibí una terrible patada y le di un cabezazo a mi compañero, porque me enfadé mucho. Su padre era agente de la policía y firmó una carta para que me expulsaran del club, pasándosela al resto para que también firmara. Me sentí pésimo, porque no me querían y no encajaba entre ellos, era la oveja negra. No me aceptaban como persona ni me hacían sentir bienvenido», comentó.

«Yo era diferente, tenía una cara diferente, no era rubio, no tenía la piel blanca como los demás. Sufrí porque nada era tan fácil para mí como para el resto. Sentía que tenía que hacer diez veces más para ser visto como los demás», agregó el delantero.

El ex Barcelona también reflexionó sobre su actual situación en Suecia, donde siente que no ha cambiado mucho desde que era un niño. «¿Qué hacen hoy los medios suecos? Todavía me atacan. Nunca aceptaron que sea Ibrahimovic. Si otro jugador sueco cometiera los errores que yo he cometido, le defenderían. Pero cuando se trata de mí no me defienden. Si yo fuera Svensson me defenderían aunque robara un banco, pero eso me hace más fuerte», afirmó.

Con el paso del tiempo el delantero fue calmando su rabia con su país, dejándola a un lado en su vida. «Ya no me duele tanto, porque soy el mejor de la historia en Suecia. Nadie ha hecho lo que yo. El que más balones de oro suecos tenía, ganó dos ¿Cuántos tengo yo? 11. Lo que yo he hecho por el fútbol sueco no ocurrirá jamás», finalizó.