Hernán Godoy: «Le tengo miedo al arbitraje, son todos pésimos»

'Clavito' se refirió al duro presente con San Marcos de Arica, club al que busca salvar de caer a la segunda división profesional. Además, el longevo entrenador manifestó que teme al arbitraje y denunció que en el 'Santo' heredó un plantel muy mal conformado por Luis Musrri.

Por Mathias Altamirano Azúa

San Marcos de Arica está viviendo un presente complicado en el Torneo de Primera B 2018, ya que actualmente marcha en el penúltimo lugar de la tabla de posiciones con 26 puntos tras 25 jornadas. Por ende, está a una unidad del descenso y del último lugar, puesto que hoy ocupa La Serena (25) pero con un partido pendiente ante Barnechea.

Precisamente al difícil momento que está viviendo el ‘Santo’ se refirió Hernán ‘Clavito’ Godoy en conversación con Prensafútbol. El DT de la escuadra del norte grande de nuestro país habló sobre el nivel del plantel que le tocó recibir tras la partida de Luis Musrri, el trabajo de los representantes, dirigentes y el nivel del arbitraje en el fútbol profesional chileno.

– ¿Cómo califica su presente en San Marcos de Arica?
«Nosotros estamos en una lucha titánica por salvar al equipo del descenso a Segunda División Profesional. Ese es el motivo por el cual fuimos contratados para estar acá en el club junto a Justo Farrán, ayudante del club».

– ¿Usted considera que el plantel que recibió estuvo bien diseñado para afrontar la competición?
«No, porque contamos con una planilla de 20 millones de pesos según el presidente, anteriormente contrató a Luis Musrri y a partir de enero no corrían los sueldos. Es un plantel barato y ahí están las consecuencias. Si a mí me hubiera llamado el presidente Carlos Ferry en ese tiempo, con esa plata le hago un mejor plantel».

– ¿Cómo califica el trabajo de los dirigentes en el club?
«Malo. Con 20 millones, ¿qué vas a hacer con 20 millones?, si no hacían un equipo barato le quitaban los puntos. Pero también ahora te quedó todo el lastre. Estar colista todo el año es por algo y ahora no es llegar y salir de esta situación en las fechas que nos quedan. Hay equipos con planillas de 50, 60, 120 millones de pesos y tenemos que enfrentarlos».

– Usted mencionó que hubo jugadores que fueron traídos al club sin haberlos visto, ¿qué piensa de eso?
«Los representantes, los que se creen amigos de Carlos Ferry, le recomendaron feo. Hay que ir al grano aunque duela decir las cosas porque es muy limitado el equipo que contrataron para esta temporada. Por eso estamos pagando las consecuencias a esta altura de la competición».

– ¿En que puntos ha tenido que reforzar el trabajo junto a Justo Farrán en San Marcos de Arica?
«En todo. Físico, técnico, táctico, estratégico, hemos tenido que eliminarle la grasa a los jugadores que tenían un kilo o dos kilos demás. En un mes tuvimos que realizar una pequeña pretemporada con cerro, arena, también hay que sumar los viajes, las distancias».

– Ahora se juegan otro partido importante ante Ñublense, ¿cuáles serán las claves de aquel compromiso?
«No puedo dar claves porque los partidos hay que jugarlos. Nosotros tenemos que hacer lo que venimos haciendo. Le ganamos a San Felipe, Cobresal, perdimos con Rangers, triunfamos contra Santiago Morning en La Pintana, ahora perdimos dos puntos valiosos con La Serena, en donde nos anularon un gol legítimo. Yo le tengo miedo al arbitraje».

– ¿Qué le parece el nivel del arbitraje en la división?
«Los árbitros chilenos son pésimos. En primera y segunda división son horribles los arbitrajes. Y menos mal le están poniendo el VAR (Árbitro Asistente de Video) para que vayan a consultar porque se mandan puras ‘cagás’. Incluso hay algunos que deberían haber continuado en cadetes. No reúnen los requisitos para estar en el fútbol profesional o en este caso en la Primera B. No es lo mismo arbitrar en Quilín que estar ante 20 mil o 30 mil personas un estadio».

– Si logra salvar al equipo del descenso o lamentablemente le toca descender, ¿le gustaría continuar en la institución?
«Yo vivo el presente. No me hago ilusiones de continuar acá porque los he salvado como cinco, diez veces del descenso a San Marcos de Arica y me han dado el pago de Chile, así que no me ilusiono. Qué saco con decirte que me gustaría quedarme. Uno va donde lo necesiten».

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