Denilson el más caro: Grandes fichajes hechos post Mundial
Para los ojeadores de los equipos no existe una mejor instancia para analizar futbolistas que un Mundial. Es así como en Prensafútbol decidimos esta serie de reportajes sobre los grandes fichajes que se dieron después de una cita planetaria, en este caso, post Mundiales 1998 y 2002.
Por Carlos Ramírez S.
En un Mundial los ojos de todos los fanáticos están puestos en un mismo lugar durante 30 días. Los mejores futbolistas del planeta se dan cita para defender a sus naciones, con el único objetivo de levantar el trofeo más ansiado por todos. O quizás ese no sea el único objetivo de los jugadores en esa instancia.
Las Copa del Mundo, históricamente, han sido una excelente vitrina. En épocas antiguas, el torneo servía para que los grandes futbolistas se transformaran en leyenda, pero en las últimas décadas creció el negocio y el certamen se vio como un trampolín. Por eso, en Prensafútbol recordamos las ventas generados en 1998 y 2002.
1. DENILSON (REAL BETIS, 1998)
Brasil llegó al Mundial de Francia como un claro candidato al título. La ilusión que existía en ese plantel era bastante grande, ya que existía una mezcla de jugadores experimentados, que habían sido campeones 4 años antes, y varias estrellas emergentes.
Dentro de esas promesas estaba Denilson de Oliveira, extremo que llegó a disputar la cita con solo 20 años. El talentoso atacante jugó el Mundial como parte del plantel del Sao Paulo.
A pesar de su juventud, disputó todos los partidos de aquel Mundial en el que Brasil fue derrotado por Francia en la final. Las sensaciones que dejó el brasileño a nivel planetario fueron tan buenas, que el Real Betis no dudó ni un segundo en pagar 5.300 millones de pesetas por él, algo así como 32 millones de euros de la época, convirtiéndolo en el futbolista más caro de la historia en ese entonces.
El joven Denilson nunca pudo cargar con el peso de ser un futbolista de lujo y su estancia en el Betis, que duró hasta el 2005, nunca permitió que explotara el potencial que algún día mostró.
2. SINISA MIHAJLOVIC, DEJAN STANKOVIC (LAZIO, 1998)
La Lazio supo abastecerse perfectamente con los jugadores que más brillaron durante ese mes en Francia. Antes de la disputa del torneo, el cuadro de la capital italiana ya había abrochado el fichaje de Marcelo Salas, previo pago de 25 millones de dólares a River Plate. La actuación del artillero chileno en Francia fue muy buena, pero su traspaso no entra en los cánones de este reportaje.
Por otro lado, el equipo ‘biancocelesti’ puso sus ojos en dos jugadores que fueron parte de una de las selecciones que dejó un buen sabor de boca. Yugoslavia disputó su última cita planetaria con ese nombre, y dentro de su plantilla se encontraban Sinisa Mihajlovic y un joven Dejan Stankovic.
Mihajlovic fue fichado por 17 millones de euros desde Sampdoria, mientras que Stankovic, de solo 19 años, le valió a los italianos una suma levemente superior a los 12 millones de euros proveniente del Estrella Roja de Belgrado.
La inversión realizada por la Lazio le salió completamente a cuenta en las temporadas venideras, ya que, con estos tres jugadores en el plantel, el cuadro romano consiguió ganar una Supercopa de Italia, la Serie A 99/2000, además de jugar la final de la Copa UEFA en esa misma temporada.
3. RIO FERDINAND (MANCHESTER UNITED, 2002)
Al echar la vista atrás, es muy fácil relacionar a Rio Ferdinand con la camiseta del Manchester United. El defensor se convirtió en emblema y capitán del cuadro de los ‘Diablos Rojos’ con el pasar de los años, pero no se trató nunca de un jugador formado en Old Trafford.
Luego de varias temporadas despuntando en el fútbol inglés formando parte del Leeds United, equipo que a principios de milenio era uno de los más fuertes de Inglaterra, tuvo una excelente participación en el Mundial de Corea-Japón 2002. Gracias a esto Ferdinand fue traspasado al Manchester United por 45 millones de euros, convirtiéndose en el defensor más caro de la historia en esos momentos.
De ahí en más, el idilio de Ferdinand con el cuadro de Manchester es muy conocido. Defendió la camiseta de los ‘Red Devils’ 455 veces entre 2002 y 2014, período en que levantó un total de 17 trofeos, varios de ellos con la jineta de capitán en el brazo.
4. GILBERTO SILVA (ARSENAL, 2002)
Tras una complicada Eliminatoria, Brasil llegó el 2002 bastante cabizbajo y lejos de ser un candidato al título. Contra casi todo pronóstico el ‘Scratch’ se consagró campeón de la cita mundialista, de la mano de un inspirado Ronaldo, pero acompañado, como no, de varias figuras emergentes del fútbol carioca. Dentro de estas estrellas nuevas estaba Gilberto Silva, que a pesar de contar con 25 años, estaba recién encontrando su mejor versión.
Al recordar a ese glorioso Brasil del ‘Jogo Bonito’ se tiende a olvidar a Silva, futbolista que fue carta fija en el mediocampo del ‘Scratch’ por aquellos años. En el torneo del 2002 disputado en Corea y Japón, Gilberto Silva llegó como jugador del Atlético Mineiro, y sus buenas actuaciones durante ese lejano mes de junio le valieron ser objeto de disputa entre los grandes clubes europeos.
Finalmente, el Arsenal logró quedarse con su ficha tras pagar 4,5 millones de libras, algo que a la larga se pudo considerar una ganga teniendo en cuenta que el volante brasileño estuvo seis años en el cuadro de los ‘Gunners’, donde llegó incluso a ser capitán varias veces y logró levantar 5 títulos, incluida la Premier League 2003/04, la que ganaron de forma invicta.
5. PARK JI-SUNG, LEE YOUNG-PYO (PSV EINDHOVEN, 2002)
Como país anfitrión, Corea del Sur no se quedó atrás y mostró un fútbol bastante más vistoso de lo que se esperaba en aquel campeonato. Aunque sus eliminatorias contra España e Italia siguen siendo objeto de polémica por lo malo de sus arbitrajes, la verdad es que varios futbolistas de ese país lograron darse a conocer al mundo durante esos 30 días.
De este modo, las puertas del fútbol europeo se abrieron de par en par para los futbolistas coreanos. Los primeros en dar este importante paso fueron Park Ji-Sung y Lee Young-Pyo, quienes se sumaron juntos a la disciplina del PSV Eindhoven de Holanda gracias a su actuación en el Mundial, aunque no de manera automática, sino que tuvieron que esperar hasta enero del 2003.
El fichaje de Park Ji-Sung desde el Kyoto Sanga de Japón valió 5 millones de euros, mientras que el pase de Lee Young-Pyo tuvo un costo de 1,55 millones de euros, tras ser comprado al Anyang LG Cheeta de su país natal. Los dos jugadores tuvieron buenas experiencias europeas, aunque Park logró un mayor éxito luego de ser fichado el 2005 por el Manchester United. Lo que no se puede poner en duda, es que aquel Mundial 2002 puso en el mapa a los futbolistas surcoreanos.
6. EL HADJI DIOUF (LIVERPOOL, 2002)
Tal como sucedió con los futbolistas surcoreanos, otro mercado que pudo abrirse al resto del mundo gracias a ese campeonato del 2002 fue el de Senegal. La selección de ese país fue una de las grandes sorpresas a lo largo del torneo, cumpliendo una excelente campaña en la que dejó en fase de grupos al campeón vigente Francia y en la que solo fue eliminado en el alargue de los cuartos de final por Turquía.
La gran estrella de aquel combinado senegalés fue El Hadji Diouf, un joven extremo que se desempeñaba como jugador del Lens de Francia. Diouf se ganó las miradas de todos gracias a una combinación de habilidad y rapidez, siendo considerado dentro del mejor equipo de la competición, algo que obviamente le hizo ganarse el cartel de codiciado entre los equipos europeos en la época.
Con solo 21 años fue fichado por el Liverpool, que vio en él un diamante en bruto que, lamentablemente, nunca pudo responder a las grandes expectativas que se le tenían. Su período en Anfield duró tres años, donde su participación fue decayendo progresivamente y que finalmente lo hizo deambular por diversos clubes ingleses hasta su retiro en 2014.
7. JON DAHL TOMASSON (MILAN, 2002)
Dinamarca fue otra selección que llamó bastante la atención en ese Mundial de Corea y Japón. A pesar de ser eliminados en octavos de final, los daneses dejaron a varios futbolistas en la primera línea del balompié internacional, aunque uno de ellos fue el que logró sacar más provecho de su actuación.
El delantero Jon Dahl Tomasson ya tenía 25 años para esa Copa del Mundo, pero se esperaba que llegara su consolidación definitiva como futbolista tras ser considerado como el sucesor natural de Michael Laudrup.
En 4 partidos disputados en Corea Japón, Tomasson convirtió la misma cantidad de goles, lo que, sumado a sus buenas campañas con el Feyenoord, lo convirtieron en un jugador apetecido en todo Europa.
Finalmente llegó como agente libre al Milan una vez finalizado el Mundial. Su estancia en San Siro duró tres años y le permitió jugar dos finales de Champions League, ganando la competición en 2003 pero perdiendo el 2005, en aquella recordada final de Estambul frente al Liverpool. Tomasson marcó 22 goles en 76 partidos, siendo el confiable suplente de los intocables Shevchenko e Inzaghi.
