Gesta inolvidable: A 5 años de la primera Copa América de la ‘Roja’
La selección chilena de Jorge Sampaoli fue la encargada de bajar la primera estrella de la 'Roja'. El 04 de julio del 2015, la Selección puso fin a 99 años de frustraciones en el torneo continental y superó en una infartante definición a penales a la Argentina de Lionel Messi.
Por Rodrigo Guajardo Baeza | @Guaja_
El día que se acabó una sequía que parecía interminable. En una gesta inolvidable para el fútbol chileno, el 04 de julio de 2015, la Selección finalmente pudo gritar campeón. La ‘Roja’ de Jorge Sampaoli le puso punto final a una serie de frustraciones y metas inconclusas, que eran la tónica del ‘Equipo de Todos’.
105 años después de su primer partido oficial y 99 temporadas tras su estreno en torneos continentales, el combinado nacional sumó su primera corona en la Copa América 2015.
Y el combinado nacional fue anfitrión del certamen y bajó su primera estrella en un simbólico Estadio Nacional, que en época de dictadura fue utilizado como centro de detención y tortura, pero esta vez fue el núcleo de una celebración que unió a todo un país.
Chile se alzó como el mejor elenco de principio a fin, donde mostró un fútbol ofensivo y el control de los encuentros. El combinado nacional tuvo a Claudio Bravo, Gary Medel, Charles Aránguiz, Jorge Valdivia, Arturo Vidal y Alexis Sánchez como principales baluartes a lo largo del certamen.
La gran cita para la selección chilena llegó el 4 de julio de 2015 en el reducto de Ñuñoa. Al frente estaba la poderosa Argentina de Gerardo Martino, que tenía como principal arma al mejor futbolista del mundo, Lionel Messi. Pero la ‘Roja’ se paró de igual a igual ante los subcampeones mundiales, le quitó el balón y anuló a sus principales figuras.
En un duelo de dientes apretados, el tiempo reglamentario terminó igualado. Por eso, hubo que ir al alargue. Ahí tampoco se movió el marcador y la Copa América 2015 se debió dirimir desde el punto penal.
El fantasma de la eliminación del Mundial 2014 ante Brasil fue borrado de un plumazo por la jerarquía, temple y personalidad que exhibieron los jugadores nacionales.
Gonzalo Higuaín mandó el balón a las nubes y Éver Banega sucumbió con la gran atajada de Claudio Bravo. Estos dos fallos permitieron que los certeros disparos de Matías Fernández, Arturo Vidal y Charles Aránguiz dejaran a Chile ad portas del título.
Y como final de película perfecto, Alexis Sánchez se olvidó de su irregular tarde y con una clase a toda prueba le ‘picó’ el balón a Sergio Romero. Golazo y el gatillante de la euforia en todo el país por la obtención de la anhelada primera estrella, la que acabó con años de sinsabores y que fue el corolario perfecto de una generación que se acostumbró a reescribir la historia.
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