Ex árbitro denunció corrupción en designación arbitral de la Euro
Jonas Eriksson realizó una publicación en sus redes sociales donde recordó que la UEFA lo dejó fuera de la final de la Eurocopa 2016, por razones ajenas al desempeño futbolístico. "Un mundo sucio, político y falso donde la amistad, la corrupción, la lealtad y la nacionalidad juegan un papel", señaló.
Se acerca el final de la Eurocopa. En la gran definición ya está instalada Italia y la tarde de este miércoles 7/7 se conocerá su rival, entre Inglaterra y Dinamarca. Pero en la previa, un ex árbitro europeo denunció que a la hora de elegirse a los jueces, existe corrupción.
El sueco Jonas Eriksson, a través de una carta en su Instagram personal, se refirió en duros términos a la designación de réferis. «Hace cinco años que arbitré la última semifinales de la Eurocopa entre Portugal y Gales. Aunque estaba feliz y orgulloso cuando empezó el partido, hubo una profunda decepción para mí y mis compañeros. ¿Por qué no se nos permitió pitar la final?», comienza la publicación.
A continuación, escribió las palabras más duras respecto al tema: «La verdad es que un tema oscuro. Un mundo sucio, político y falso donde la amistad, la corrupción, la lealtad y la nacionalidad juegan un gran papel». Además, agregó que «…donde los cuatro mejores equipos, los que han ganado más partidos, juegan las semifinales en Londres. Pero cuando se trata de arbitraje, todo pasa en salas cerradas, con agendas políticas y con todo menos lo mejor del fútbol en mente».
En esa línea, señaló que los elegidos para la final no son los tres mejores árbitros del torneo, indicando que en el presente campeonato el juez más destacado ya «ha sido enviado a casa». «La decisión fue tomada por los altos cargos de la UEFA y no tiene nada que ver con sus actuaciones durante la Eurocopa. Otros árbitros, a veces sin saberlo ellos mismos, tienen los contactos adecuados, mejor respaldo político o provienen de países importantes, arbitran más allá», apuntó.
El ex árbitro cerró su publicación con el siguiente mensaje: «Independientemente de esto, felicidades a los árbitros que pitan. Ninguna sombra debería caer sobre ellos. Lo que todos deberían saber, sin embargo, es que es un mundo podrido con una cultura lejos de ser buena. Yo, con perspectiva, puedo decir que estoy muy feliz de haber dejado de pitar hace tres años», concluyó Eriksson.
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