jueves 19 agosto, 2021
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La columna de Renata: La vuelta al estadio y el efecto Pigmalión

La Psicóloga Deportiva y Clínica, Renata Almada, arranca sus columnas en Prensafútbol con su mirada del acontecer futbolístico. Por eso, aprovechó el regreso de los hinchas al Monumental y la opuesta realidad de Colo Colo en relación al 2020, para destacar la comunión con sus hinchas.


Por Renata Almada, Psicóloga Deportiva y Clínica  

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«Todos nos parecemos a la imagen que tienen de nosotros». Guarden esa frase.

Tan verdadera cuanto la buena racha vivida por Colo Colo en la actual temporada lo es asumir que existe una vasta y poco (re) conocida interrelación entre la Psicología y la magia que ocurre dentro de las cuatro líneas que conforman el espacio dedicado al deporte rey.

Tras 525 días sin que el equipo albo pudiera plasmar su fútbol delante de los atentos, dichosos y exigentes ojos de su hinchada, el equipo resurge con fuerza total derribando paulatinamente incertidumbres y miedos cosechados a lo largo del año pasado y parte del año vigente. Los fantasmas que estuvieron flotando sobre Macul al parecer se van desvaneciendo en un desarrollo histórico y una sucesión cronológica que pareciera despojada de lógica. Las expectativas en febrero eran muy distintas a las actuales. De eso hablaremos.

El fenómeno psicológico «Efecto Pigmalión» explica sobre como inciden las expectativas en nuestro rendimiento: la importancia que tiene en la vida de las personas la confianza que depositan en ellas los otros. Esa confianza desencadena lo que se conoce como «profecía autocumplida», determinada creencia o expectativa de comportamiento que acaba cumpliéndose en los hechos. Para bien o para mal.

«Fue emocionante entrar y ver a toda la gente. El Monumental es hermoso con su gente. Colo Colo lo hace su gente(…)». Las palabras de Morales, el goleador en franca ascensión, están plagadas del fundamento: «Lo que somos, descansa en gran medida en la mirada del otro».

Un potente constructo psicológico reforzado en gran parte por la relación con los demás: cuerpo técnico, compañeros, sus seres queridos y la hinchada.

Vuelve la hinchada. Vuelve la mirada del otro. La que, en psicología, funda la identidad personal, el autoimagen y la autoestima. Aptitudes de extrema importancia para que un futbolista pueda desempeñar su labor apuntando a su mejor rendimiento. La respuesta técnica/física va enlazada con la psicológica. Se retroalimentan y se potencian.

En un intento de buscar respuestas y explicaciones sobre la discrepancia entre el Colo Colo del 2020 y el actual, debemos considerar que la naturaleza del fútbol es intrínsecamente multicausal y dentro de esa variabilidad de factores determinantes radica un importante cambio en la forma de percibirse (autoimagen) de cada jugador lo que desencadena una nueva dinámica de funcionamiento del grupo en la cancha.

Si antes los constantes reproches frutos del mal momento vivido por el equipo servían para reforzar una actitud indiferente y desmotivada (cumpliendo cabalmente con la expectativa negativa creaba por los demás hacia ellos) y produciendo un bucle de inaptitud, hoy la mirada del otro (hinchada/compañeros/cuerpo técnico) valida y genera la confianza necesaria para que el buen fútbol fluya y que la colectividad impere en el actual equipo.

Se nota la presencia de lo que más se clamaba el año pasado: la conexión entre los jugadores. Nombres de gran jerarquía reconocen el aporte de los más jóvenes y los legitiman como piezas fundamentales del equipo.

Se instaura la cultura de la generosidad que, parafraseando al legendario entrenador Phill Jackson del multicampeón Chicago Bulls, es necesario instituirla en un camarín afín de apuntar a buenos resultados: «La dedicación al nosotros supera la importancia de las metas individuales. Trascenderlas es una enorme fuente de poder».

Los albos solitarios del 2020, empeñados en su éxito individual, diezmados anímicamente por situaciones extra-cancha y por la incomoda e implacable presencia del fantasma del descenso, no se encontraban en su dinámica de juego.

Nada más lejano de lo que se puede observar tras tan solo 6 meses desde aquel periodo en que las expectativas ajenas aniquilaban a un Colo Colo frágil y vulnerable desde lo mental.

 

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Publicado en: Noticias