¿El destino de Lionel Messi es volver al FC Barcelona?
La imagen del astro es demasiado importante para el Barça como para desligarse definitivamente de él. Fue un día aciago para los barcelonistas cuando, empezando agosto, saltó la noticia de la marcha de Messi de su club de toda la vida; aquel que lo vio empezar siendo todavía un niño.
El astro argentino no es, tal vez, sólo el mejor del mundo y uno de los mejores de la historia. Es también lo que todo aficionado soñó: alguien que, jugando como los dioses, sentía el escudo, alguien a quien un histórico del club (Rexach) comprometió con una firma en una servilleta e hizo que empezara esta idílica relación que aportó títulos de Liga, de Liga de Campeones, Balones de Oro, Mundiales de Clubes y un largo etcétera.
Sus entrenadores y los sucesivos presidentes de la entidad jamás pudieron decir una mala palabra de Leo; bien al contrario, se han deshecho en elogios por su calidad y su carácter. Este chico (hoy un hombre) tímido y prudente ha sido la mejor imagen que el club ha podido tener alrededor del mundo (además de un inmejorable negocio de venta de camisetas).
Pero se ha ido. Se fue por una oferta de dinero que hiela la sangre y a la que era difícil decir que no. Esto nos hace preguntarnos ¿Es un adiós definitivo al Barça, el club de su vida? ¿Puede permitirse el Barcelona perderlo para siempre? ¿Quiere el jugador romper definitivamente la relación? Las lágrimas de su marcha y el clamor de los aficionados nos dan algunas pistas.
Pero ha sido un ex jugador de la entidad, actual Vicepresidente de Boca y compatriota de Messi, quien ha querido dar su opinión al respecto los últimos días. Juan Román Riquelme ha afirmado que puede imaginarse al astro volviendo a vestir la camiseta azulgrana tras su paso por el PSG; concretamente, cree que, tras ganar una Champions con el club francés, el paso lógico sería volver a su equipo de toda la vida, donde permanecería hasta su retirada.
Obviamente, ésta siempre ha sido una posibilidad, pero no la única. Por un lado, y si nos centramos sólo en el aspecto económico, tras su paso por el PSG, un club de la élite, una vez la edad le haga plantearse si puede seguir o no el equipos de este nivel, le queda la posibilidad de recalar en clubes de oriente medio, donde su servicios, aún en el ocaso de su carrera, serían bien remunerados. Las conexiones del actual presidente del club parisino, Nasser Al-Khelaïfi, nacido en Doha, podrían propiciar este acontecimiento.
Por otro lado, y en la línea de lo explicada anteriormente, el fútbol norte americano es una puerta excepcional para llegar a la fama y a los negocios que todavía no haya alcanzado. Contratos millonarios y contactos de gran nivel, además del acceso a uno de los mercados más potentes del mundo. En el pasado, estas oportunidades ya atrajeron a otros jugadores de gran calidad y repercusión, como David Beckham.
Bien es cierto que el Barça ha sabido, frecuentemente, contar con sus jugadores históricos para sus labores técnicas o de representación, especialmente a los más queridos, como ha ocurrido con Guardiola, Koeman o el propio Rexach. Por lo que no sería nada descabellado pensar que, una vez acabe su carrera futbolística Messi, pueda llegar al club para ocupar un cargo institucional el resto de su vida.
Mientras, a día de hoy, la marcha del astro argentino, junto con la del francés Griezmann a su antiguo equipo, han dejado muy tocada la delantera del Barça; y algunos no ven como un refuerzo suficiente la incorporación de Luuk de Jong, que viene de tener un papel muy secundario en el Sevilla. Todo ello hace que muchos se pregunten si, realmente, el Barcelona es un auténtico aspirante al título, con verdaderas posibilidades. Portales de apuestas como Rivalry, dan favorito al equipo frente a sus próximas convocatorias, pero también hay que señalar que son equipos pequeños; lo que contará es su constancia y su desempeño en los grandes eventos, como los partidos contra sus rivales directos.
Tal vez esta orfandad de estrellas es lo que esté motivando a catapultar a Ansu Fati como el heredero natural de Messi. Nacido en Guinea-Bisáu y en el Barça desde sus tiempos como alevín (tras un paso de dos años en la cantera del Sevilla), tiene muchos de los ingredientes que el aficionado busca y un futuro prometedor. Pero sólo el tiempo dirá si consigue, siquiera, acercarse a los logros del argentino.
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