El fútbol mexicano quedó marcado por un escándalo de corrupción sin precedentes. La Federación Mexicana de Fútbol (FMF) anunció la suspensión de siete jugadores por un total de 50 años tras confirmarse su participación en amaño de partidos y apuestas ilegales. La sanción, considerada la más severa en la historia del balompié azteca, afectó a futbolistas de los clubes Real Apodaca y Correcaminos de la UAT.
De los castigados, dos jugadores (uno de Real Apodaca FC y otro de Correcaminos UAT) recibieron la sanción más dura con 16 años de suspensión cada uno.
Otros tres futbolistas de Real Apodaca fueron inhabilitados por siete años, mientras que otros dos más del mismo club enfrentan una prohibición de dos años.
La institución mexicana no reveló los nombres de los involucrados, pero advirtió que los clubes deberán reforzar sus controles internos para evitar futuras manipulaciones.
Impacto y consecuencias del castigo
La entidad mexicana anunció que enviará el caso a FIFA para que la sanción sea aplicada a nivel mundial, lo que impedirá que los jugadores puedan fichar por cualquier equipo afiliado. Esta decisión busca establecer un precedente contundente contra el fraude deportivo y blindar el fútbol mexicano ante futuras irregularidades.
Por su parte, Real Apodaca y Correcaminos de la UAT han recibido una advertencia severa, por jugadores involucrados en manipulación de partidos, por lo que incluso arriesgan podrían enfrentar la desafiliación. La Comisión Disciplinaria recomendó a los clubes implementar estrictos protocolos de integridad y supervisión para evitar nuevos escándalos que dañen la credibilidad del fútbol mexicano.