Tomas Alarcón vivió su día de furia en Zaragoza tras nueva suplencia
El chileno partió a préstamo al elenco 'maño' tras los pocos minutos en el Cádiz, sin embargo tampoco ha tenido la continuidad que buscaba. Y eso tiene intranquilo al volante, quien el fin de semana protagonizó un altercado tras vivir el sexto partido al hilo sin ver acción.
En España dieron a conocer el día de furia de Tomás Alarcón en el Real Zaragoza, esto luego de no ser considerado por sexto encuentro consecutivo y ver desde la banca el triunfo de su escuadra frente al Real Cartagena. El volante chileno habría explotado por su suplencia y las emprendió contra varios compañeros.
De acuerdo a lo informado por El Heraldo, el ex O’Higgins se enfadó y se le vio fuera de sí, ya que hizo el trabajo precompetitivo, pero el DT Fran Escribá no lo utilizó a pesar de ni siquiera agotar las cinco modificaciones.
«Ya en el momento de concluir el partido, quienes estaban cerca del banquillo del Real Zaragoza observaron el estado de excitación extraordinaria del chileno. Lo manifestó públicamente, a ojos de todo el mundo, en la zona del banquillo, en la banda. Con claros gestos de desaprobación, con descargas de adrenalina contra el propio mobiliario de metacrilato», escribió el periódico español.
La publicación añadió que «la salida del tiesto no se quedó ahí y ello derivó en un episodio más serio dentro de los códigos internos del grupo. Alarcón no estuvo receptivo con algún comentario al respecto de su actitud por parte de algún compañero de banquillo ante el Cartagena. Reaccionó mal. Rebasó la raya de lo consentible en este tipo de discusiones o diferencias de criterio».
El artículo indicó que «ante la sorpresa del colectivo, el internacional con Chile no esperó siquiera a llegar a la caseta para abordar su malestar con esas chanzas, reproches o lo que fuese que tan mal le sentaron. Se exaltó de modo superlativo en el tramo que va de la bocana del túnel de vestuarios hasta la puerta de los vestidores. Varios compañeros tuvieron que frenarlo, sujetarlo. Los opuestos, aquellos con los que discutió y se enfrentó, en especial Gueye, también debieron ser disuadidos para evitar un altercado mayor».
Este altercado de Tomás Alarcón parecen acelerar su salida de La Romareda y precipitarían el retorno al Cádiz, club que lo cedió a la Segunda División para que recuperara su mejor forma futbolística y pudiera volver en plenitud a luchar por un puesto en el club que hoy pelea por la permanencia en la serie de honor hispana.
