ANFP desmintió acusación por anomalías en entradas de cortesía
El organismo presentó sus descargos a través de un comunicado donde desmiente la información publicada por un medio nacional. Éste señaló una serie de antecedentes que revelaban irregularidades en la entrega de 49 mil boletos de cortesía para los amistosos de la ‘Roja’.
Este miércoles, El Mercurio publicó una acusación que revelaba presuntas irregularidades en la entrega de entradas de cortesía para partidos amistosos de la ‘Roja’ entre 2013 y 2015. Esto tenía relación con 49 mil boletos de los cuales se señalaba que no tenían ningún respaldo sobre su repartición.
Esta acusación provocó que los diputados UDI, Celso Morales y Juan Antonio Coloma convocaran a los representantes de la ANFP a la Comisión de Deportes de la Cámara de Diputados para que explicaran las irregularidades presentes en las entradas. Debido a esto, desde el ente rector del fútbol nacional hicieron sus descargos y acusaron información errada por medio del diario que difundió la información.
La asociación hizo hincapié en que “si el medio de comunicación que publica la nota hubiese llamado a la ANFP para verificar lo que denuncian, la información que se comenta no habría sido publicada por las inexactitudes que contiene, o se habría hecho con apego a la verdad”.
Además, el comunicado aclara que “por obligaciones contractuales con sus proveedores y auspiciadores o por cortesía con dirigentes deportivos, con jugadores, técnicos, personalidades y autoridades de diversos ámbitos, medios de comunicación, funcionarios de la propia ANFP, distribuye entradas para todos los partidos amistosos y oficiales que disputa la Selección Nacional”.
Respecto al protocolo para hacer entregas de las entradas, la ANFP asegura que todo está en orden. “La entrega de esas entradas se hace luego de que todos quienes las reciben firman un documento en que se establece su identidad y otros datos personales, así como la cantidad y la tribuna a que dichas localidades corresponden. De esas localidades una inmensa mayoría corresponde por contrato a los auspiciadores y proveedores”, enfatizó el escrito.
“Dada la distribución de las entradas «de cortesía» y el estricto control que existe para garantizar que los destinatarios las reciban, es imposible que nadie de buena fe pueda afirmar que se trata de una industria para la reventa de entradas”, concluyó.