Luego de la salida de Ricardo Gareca, quien dejó su cargo tras el fracaso en las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026, la selección chilena inicia una etapa crucial, definir quién asumirá el mando técnico con miras ya a la Copa del Mundo 2030.
Varias son las opciones, tanto extranjeras como locales, con experiencia en selecciones y conocimiento del fútbol sudamericano. La elección no solo dependerá de los méritos deportivos, sino también de factores económicos y del perfil que se busca para un nuevo proyecto.
Sampaoli, Díaz y Martino: nombres con peso pero con pasado reciente irregular
Jorge Sampaoli, recordado por ganar con Chile su primera Copa América en 2015, aparece como uno de los favoritos del público. Sin embargo, su último paso por el Rennes de Francia terminó en enero de 2025, tras una serie de malos resultados y conflictos internos. En su momento, el casildense cobraba cerca de 3,45 millones de dólares al año.
Ramón Díaz, otro de los disponibles, dejó Corinthians en abril luego de un bajo rendimiento en el Brasileirao, su último sueldo fue de aproximadamente 2,16 millones de dólares.
Por su parte, Gerardo Martino cerró su ciclo en Inter Miami con altibajos en la MLS, a pesar de contar con figuras como Messi. El argentino, que también dirigió a Paraguay, Argentina y México, percibía cerca de 3,78 millones de dólares anuales.
Quinteros se suma al debate por su experiencia y conocimiento local
A la lista de posibles reemplazantes se suma Gustavo Quinteros, quien dejó Gremio en abril de este año tras una campaña sin buenos resultados. El técnico argentino-boliviano conoce bien el fútbol chileno, habiendo dirigido a Universidad Católica y a Colo Colo, y también cuenta con experiencia en selecciones tras su paso por Bolivia.
Quinteros cobraba un salario cercano a los 1,3 millones de dólares anuales, lo que lo posiciona como una alternativa más accesible desde el punto de vista económico en comparación con otros candidatos de renombre internacional.
Sierra, la opción nacional que conoce el medio
Dentro de los entrenadores nacionales, José Luis Sierra aparece como una carta posible si la ANFP decide apostar por un técnico local. El Coto se encuentra libre desde mayo de este año, cuando finalizó su etapa en Unión Española debido a una racha negativa de resultados.
Con un amplio conocimiento del medio y pasado como jugador de La Roja, Sierra representa una opción de menor costo, su último salario rondaba los 650 mil dólares anuales, pero con menos experiencia en procesos clasificatorios.
A pesar de eso, su perfil podría encajar si el nuevo rumbo busca conexión con el fútbol chileno y una revalorización del talento local.
Un factor clave: el presupuesto disponible
Más allá de los méritos deportivos, el salario será un elemento determinante para la ANFP. Ricardo Gareca percibía cerca de 4 millones de dólares anuales, cifra que lo convertía en el entrenador mejor pagado en la historia de La Roja.
En comparación, Gerardo Martino (3,78 millones) y Jorge Sampaoli (3,45 millones) se acercan a ese monto, lo que podría representar un desafío para las finanzas del organismo. Ramón Díaz (2,16 millones) y Gustavo Quinteros (1,3 millones) son alternativas más accesibles.
José Luis Sierra, con 650 mil dólares, es la opción más económica. Esta diferencia salarial podría inclinar la balanza en un escenario donde los resultados y el presupuesto deben convivir en equilibrio.
