Soto: «Salir campeón con Wanderers fue lo más lindo de mi carrera»
El ex artillero ‘caturro’ repasó el último título conseguido por la escuadra de la Quinta Región en 2001 y tuvo palabras para el presente del plantel, el cual le duele bastante como simpatizante y antiguo jugador. El ‘Huevo’ cree que el descenso era la crónica de una muerte anunciada.
Por Benjamín Peralta Lepe
Santiago Wanderers vive un presente bastante extraño. El cuadro de la Quinta Región se encuentra disputando la Copa Libertadores y, a la vez, juega en la Primera B del balompié criollo, situación que no le permitió traer refuerzos a la altura de un torneo continental por los problemas financieros que atraviesa.
Una horda de juveniles han sido promovidos al primer equipo y la lucha por el ascenso a la máxima categoría del fútbol chileno se ve muy complicada. Ante esto, fue el histórico Joel Soto que conversó con los micrófonos de Prensafútbol y se dio el tiempo de repasar el momento que viven los ‘caturros’, quien manifestó que no se han hecho buenas gestiones en las incorporaciones.
«Es bien complejo el tema porque un equipo para ser protagonista tiene que invertir plata, pero invertirla bien. El 2014 cuando estaba el profesor Emiliano Astorga se trajo al ‘Pájaro’ Gutiérrez, Ezequiel Luna, Gastón Cellerino y finalmente terminamos peleando el campeonato. Desde que entró la concesionaria no se ha hecho buenos aportes en materia de refuerzos, dándole el paso a muchos juveniles al primer equipo», aseveró.
En esa misma línea agregó que «le entregaron una responsabilidad que tal vez no merecían, puesto que muchos juveniles ascienden al plantel de honor no por méritos propios, sino por necesidad. No quiero decir que no tengan condiciones, solo que adelantan un proceso que es fundamental para cualquier futbolista. Todo en la vida tiene un costo y eso nos pasó el año 2017 con el descenso, donde se le endosan responsabilidades a un juvenil como patear el quinto penal de una serie y no a un jugador consolidado».
El oriundo del Cerro Toro de Valparaíso vivió una situación parecida a la de muchos cadetes del plantel, debiendo pasar al primer equipo y vivir de cerca la lucha por el descenso. A pesar de esto, el ‘Huevo’ entregó su visión de lo que fue su primer año en el club porteño y dio un mensaje de aliento para los juveniles del actual plantel.
LA VUELTA OLÍMPICA EN 2001
Santiago Wanderers vivió un sequía de títulos y luego de 33 años se alzó como monarca del fútbol chileno en 2001, en una plantilla que contó con Joel Soto a la cabeza. El ex delantero repasó su experiencia en aquel año y manifestó que levantar la copa con la escuadra de Playa Ancha fue lo más significativo de su carrera.
«Fue el logro más importante. Nosotros los futbolistas somos de muy pocos títulos y tener la posibilidad de salir campeón con el equipo que te formó y del que eres hincha tiene un sabor especial. Eso marcó mi carrera y ha sido el hito más importante, más que debutar en la Selección y jugar en dos grandes de la capital. Salir campeón con (Santiago) Wanderers fue lo mejor de mi carrera futbolística», declaró.
QUIEBRE CON LA HINCHADA
Temporadas de gloria vivió el ‘decano’ a principios de siglo. Luego de obtener el campeonato nacional, jugar Copa Libertadores y realizar un buen papel en Copa Sudamericana, Soto firmó por Jaguares de Chiapas sin mayor éxito, tras lo cual recaló en Colo Colo el 2004.
En el ‘Popular’ no la pasó para nada bien, marcó solamente un gol, que fue precisamente ante Santiago Wanderers. La celebración de este tanto marcó un antes y un después con los ‘panzers’, quienes recriminaron la acción por su pasado en el club.
«No sé si me considero ídolo, creo que los hinchas del club tienen una recepción súper distinta. Si me siento un jugador importante que pasó por la institución y creo que un gol a tu ex equipo no puede mermar todo lo bueno que hice por Wanderers. Ganamos el último campeonato que tiene el club, hicimos una buena Copa Libertadores el 2002 y me convertí en uno de los goleadores históricos del club. Yo entiendo a los hinchas, como piensa y también cómo pueden reaccionar, pero la gente más antigua puede tener otra visión de ese partido y ese gol, no fue mi intención hacer sentir mal a alguien», lanzó.
RELACIÓN CON EL ‘PEINETA’ GARCÉS
«Jorge Garcés tiene mucha relevancia en mi carrera. Me hizo jugar bastante el 2000 y el año del campeonato me entregó la confianza para marcar varios goles, a pesar que también hay mérito mío en ello. Yo llegué a O’Higgins y justo arribó el ‘Peineta’ donde pude rendir bien, lo mismo que en Concepción donde me pidió. Es un tipo transparente y que trabaja bastante bien, era una relación más humana que futbolística y eso me hizo sentir muy cómodo y contento con él».
INDISCIPLINA Y SU SALIDA DEL EQUIPO
El 12 de junio del 2009 es un día imborrable para el delantero. En dicha jornada, la dirigencia del club anunció mediante un comunicado que «el jugador actuó de una manera que no corresponde a la de un deportista ni de un representante del espíritu del Club de Valparaíso», siendo desvinculado de la institución por diferentes cargos que se le asociaba.
El ex jugador de Universidad de Chile repasó el momento que vivió y lo poco valorado que se sintió por las autoridades del conjunto verde.
«Fue difícil abandonar el club, pero claramente el error es de uno. Mi idea era terminar mi carrera en Wanderers y quedarme por muchos años, más aún si pasé de Universidad de Chile a jugar en la B. Los hinchas y los dirigente le piden al jugador que se pongan la camiseta, pero ninguno los dos sienten realmente la casaquilla como uno cuando está en la cancha», confesó.
El ‘Huevo’ añadio que «se supone que hay que valorar los esfuerzos que hace uno, tal como lo hizo Moisés y Jorge ese año, quienes volvieron conmigo para retornar al equipo a Pri
mera. Al momento de tomar la decisión de mi desvinculación no se pensó en eso, pero yo estoy tranquilo con lo que hice en el equipo, el cual me dio la oportunidad de hacer lo que más me gustaba y yo le retribuí con campeonatos y goles».
Soto sentenció que «con La Calera no salimos a buscar el encuentro y nos escondimos del balón, lo cual nos entrega un indicio que no querían jugar el partido. Ellos siempre buscaron ganar y nosotros salvarnos con el puntito que se desplomó en la última jugada. Creo que la Copa Chile fue un espejismo en el desierto, pero si estábamos condenados al descenso. El club no gana hace un año en Valparaíso, así que no es algo al azar tampoco».