Rozental: «Me acordé de Caszely cuando marqué el penal a Polonia»
A 25 años del histórico tercer lugar de la selección chilena Sub 17 en el mundial juvenil de Japón, Sebastián Rozental desclasificó las historias de la escuadra de Leonardo Véliz y que contó con figuras como Héctor Tapia, Manuel Neira, Frank Lobos y Dante Poli, entre otros.
Un 04 de septiembre de 1993, la ‘Roja’ Sub 17 derrotó en penales a Polonia y se quedó con el tercer lugar del Mundial de Japón. Una hazaña que contó con Sebastián Rozental como líder futbolístico del equipo de Leonardo Véliz. Y el capitán de esa Selección recordó en «PrenZafútbol en Radio Z» los frenéticos días tras el logro.
«Teníamos la sensación, sin saber hasta dónde podíamos llegar, de que nos podría ir muy bien. Estando en Japón, sin internet, celular, sin poder comunicarse y sin leer los diarios, no teníamos conciencia de lo que estaba pasando en el país. Recién cuando jugamos la semifinal caímos en lo que pasaba porque llegaron miles de faxs al hotel», contó el formado en Católica.
El ex Glasgow Rangers añadió que «todo esto se gestó en el Sudamericano de Colombia. El hotel quedaba al lado de un colegio de mujeres, imagínate lo que era eso para niños de 15 o 16 años. El ‘Pollo’ Véliz no nos dejó quedarnos ahí y nos fuimos a una hacienda donde no había nada. A la semana llegó un video para ver. Entrenábamos, conversábamos y la única entretención era jugar cartas. Ahí se formó el grupo. A las 04:00 de la mañana nos despertábamos para jugar pichangas en los pasillos”.
El ex jugador de Colo Colo rememoró también el haber anotado el empate que le dio la opción a Chile de definir en penales ante Polonia el tercer puesto, aunque manifestó que se sintió muy aliviado de no tener que volver a pararse desde los doce pasos en la definición que le dio la medalla a la ‘Roja’.
«Yo estaba absolutamente cagado en los pies. Había pateado antes, pero en ese momento puse la pelota en el suelo y me acordé todo lo que significó la historia de Caszely con el penal. Retrocedí, miro el marcador, quedaba un minuto, sabía que todo Chile estaba pendiente. Si lo erró, todos se olvidan de Caszely y cagué por siempre. No sabía a dónde patearlo. Menos mal lo metí. Me gustaba patear penales, pero en la definición ya no me quedaba dónde más patear, por eso festejé mucho que Garrido sentenciara todo en el cuarto disparo», confesó.
LA VUELTA A CHILE
“Fue una locura. No se podía salir a la calle. No podíamos ir a ningún lado. Entrábamos en la maleta del auto para entrar a Juan Pinto Durán sin que nos vieran. Es inevitable que no se suban los humos a la cabeza, por suerte tuve gente que me sujetaba para mantener los pies en la tierra. Es imposible que niños a los 17 años fuésemos capaces de no pecar de eso. Me llamaron para ser jurado en el Festival de Viña. No pude. Menos mal no me dejaron.
DERROTA CONTRA GHANA
“FIFA después de ese Mundial cambia el reglamento y prohíbe repetirse un mundial juvenil. Sami Kuffur, el que jugaba en el Bayern Munich, y dos jugadores más, habían jugado los Juegos Olímpicos de Barcelona con ¡14 y 15 años! Imposible. Eran 100% mayores”.
LA IMPORTANCIA DE LEONARDO VÉLIZ
“Fue papá, amigo, un poco el tío pesado que se enoja. El cuerpo técnico fue clave a la hora de apretarnos cuando nos mandábamos una embarrada y soltarnos después. Yo no sé de donde sacó fuerzas tras la muerte de su esposa, pero siempre estaba con buena disposición y una alegría que llama mucho la atención”.
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