Caszely: «El fútbol lo maneja gente de derecha, poco democrática»

Carlos Caszely se refirió a su lado más político y recordó sus días en el fútbol, los que comparó con lo que viven los jugadores en la actualidad. El 'gerente' indicó que "el futbolista se olvida de dónde viene. Se mete en una burbuja que no le permite ver más allá de sus narices".

Carlos Caszely se hizo un nombre en España. Sus grandes campañas en el Levante y Espanyol de Barcelona hace que aún su nombre sea recordado en la ‘madre patria’. Por eso, el ‘Rey del metro cuadrado’ recordó sus días en el fútbol hispano, sus vínculo políticos y su mirada de los jugadores actuales.

Reconocida fue su oposición a la dictadura de Augusto Pinochet, por eso recordó en el diario La Vanguardia que su partida al Levante en 1973 «fue una oportunidad. Se sabía que con dictadura las cosas no iban a andar bien, he sido un hombre democrático desde que nací, nunca me han gustado las dictaduras».

Sobre su no saludo a Pinochet, previo al Mundial del ’74, el ‘gerente’ recordó que «fue una forma improvisada por el dolor que estaban pasando miles y miles y miles de chilenos. E indudablemente también por lo que le había pasado mi mamá, que había sido secuestrada y torturada. Fue el grito de miles y miles de chilenos que estaban pasando por una situación muy difícil».

Caszely recordó que estuvo a un paso de fichar por el Barcelona liderado por Johan Cruyff y que el propio holandés lo quiso como dupla. Pero más allá de la cancha, el ‘Chino’ quiere seguir siendo recordado por su faceta personal más que como jugador.

«El ser humano es el que tiene que trascender en la vida. Y como ser humano he trascendido más allá del fútbol. Porque por ejemplo, cuando hicimos la película con Eric Cantona (Rebeldes del fútbol), buscaron personajes en todo el mundo y de los cien personajes al final quedamos cinco, más Cantona: Sócrates, Didier Drogba, Predrag Pasic y Rachild Mekhloufi. Estar entre esos cinco, como persona, es algo realmente increíble e impresionante».

Caszely sentenció que se busca desligar el balompié de la política porque «normalmente el fútbol está manejado por gente de derechas, muy poco democrática, y no les gusta que el futbolista tenga su opinión. Insisto, somos seres humanos, y el futbolista, desgraciadamente, se olvida de dónde viene. Se mete en una burbuja, una burbuja indudablemente maravillosa, que no le permite ver más allá de sus narices. Y eso no debe ser. Uno nunca debe olvidarse de dónde viene, cómo es, y no debe cambiar nunca su forma de ser».