Batacazo de Múnich: A una década de primera Champions de Chelsea
Hace 10 años se vivió una inolvidable final de Liga de Campeones de Europa, donde ante todo pronóstico, el cuadro inglés le arruinó la fiesta al Bayern Múnich en su casa, llevando el partido a penales para luego ganar su primera 'orejona' de la mano de un gigante Didier Drogba.
El 19 de mayo de 2012 la Champions League nos dejó una de las finales más emocionantes de los últimos años. Chelsea visitó al Bayern Múnich, que en su ciudad tenía la oportunidad de gritar campeón con su gente. Sin embargo, este sería el año para que la gloria llegara a Londres.
En un encuentro con los dueños de casa muy superiores y con los ingleses aguantando las embestidas, la insistencia de los ‘bávaros’ encontró premio a los 82′ cuando Thomas Muller abrió el marcador y desataba la locura en Allianz Arena.
A esas alturas parecía asunto liquidado. Sin embargo, en su primer tiro de esquina en el partido, Didier Drogba (88′) se elevó y metió un furioso cabezazo para devolver a la vida a los ‘blues’, que ante todo pronóstico llevaban el duelo hasta la prórroga.
Ya en el tiempo extra se mantuvo la tónica con los alemanes constantemente atacando, incluso tuvieron una inmejorable oportunidad de ganar la Liga de Campeones con el cobro de un penal, pero Petr Cech se agigantó ante Arjen Robben atajando su lanzamiento. El partido se marchó irremediablemente a los penaltis.
Allí el gigante germano llegó a ponerse 3-1 arriba tras la parada de Manuel Neuer a Juan Mata, pero así como en toda la edición, el cuadro londinense apeló a la épica. Los ingleses convirtieron sus siguientes dos penales, Cech le atajó a Olic y posteriormente Bastián Schweinsteiger mandó su lanzamiento al vertical.
La mesa quedaba servida para que Drogba le diera la primera Champions al conjunto de Stamford Bridge, y la leyenda marfileña no falló, haciendo estallar a la fanaticada ‘blue’ para sacarse la espina de la final perdida en 2008 y la polémica semi de 2009.
Chelsea tumbó al poderoso Bayern en su casa en uno de los batacazos más grandes de la competición. De la mano de un DT interino, Roberto di Mateo, la gloria llegaba a Londres, con la anhelada consagración de su legendaria columna vertebral Petr Cech, John Terry, Frank Lampard y Didier Drogba.
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