Gabriela Badilla: «La meta siempre fue estar en la final y ganarla»

En el capítulo 322, “El Show de Prensafutbol” contó con la presencia de Gabriela Badilla, elegida la MVP de la final en el vóleibol, en la que Murano se consagró como campeón de la Liga A1. Badilla fue la figura en el título de su club el cual destacó como uno de los mejores momentos de su vida.

En su edición 322, ‘El Show de PrensaFútbol’ recibió a la destacada jugadora de 20 años, Gabriela Badilla, MVP en la final con Murano que se consagró como campeón en la Liga A1 del vóley femenino. Badilla relató su experiencia en la final y cómo incursionó en el deporte, desde muy pequeña, incluido sus pasos por el exterior y la consagración en Chile.

«Tuvimos una charla antes de la liga, cuando se supone la iba a jugar desde un principio, y nada… la meta siempre fue estar en la final y ganarla, nos propusimos eso», comentó al respecto de la visión del equipo al comienzo del torneo.

«Murano en la liga fue de todo. Estuvimos en lo alto, bajamos, volvimos a subir y a bajar, fue una montaña rusa, pero llegamos muy bien a la final porque la semi fue muy dura, ante La Pintana. Nos fuimos al set de oro. Eso nos subió y dijimos ‘vamos con todo’ y ahí estamos, ganamos», agregó sobre el camino del club en la liga.

En esa línea, Badilla reconoció su preferencia por los partidos a estadios llenos, ya sea con el público a favor o en contra, es una condición que agrada mucho al momento de disputar un cotejo.

«A mí me encanta que el gimnasio esté lleno, en contra y con nosotros, me gusta mucho el ambiente de las semifinales y las finales. Jugar un poquito con eso, me gusta. De hecho, la final la celebramos mucho con el público de Murano ya que también ellos son parte de todo el proyecto. Estuvieron desde el principio de la liga hasta que se acabó”.

INICIOS EN EL VÓLEIBOL

Así, fue como Badilla recordó sus inicios en el vóleibol y cómo se gestó su interés y gusto por el deporte que ahora practica y en el que se desarrolla profesionalmente.

“Yo partí jugando porque mi hermana grande jugaba, prácticamente nací en un gimnasio. Entonces a mí siempre me gustó el vóley, nunca hice otro deporte. Era fanática, me levantaba e iba a jugar, luego iba a entrenar, volvía y quería seguir jugando. Después, siempre supe que quería jugar. Tuve la suerte de que mis padres me apoyaron para dar el salto y tener las facilidades”.

En cuanto a su camino en el deporte, desde sus inicios, Gabriela relató que: “Mi primer club fue el Liceo Corina Urbina, pero ahí estuve como hasta los 10 o 12 años. Después, el de verdad en que aprendí, fue el Liceo Bicentenario Cordillera de San Felipe. Estuve hasta los 17 o 18, hasta que salí del colegio. Después tuve mi etapa en Estados Unidos (Seward County College) de un año», añadió.

Fue primero Estados Unidos, me devolví a Chile, estuve un tiempo acá y me fui a Argentina (Ferrocarril Oeste). Ahí estuve jugando la Metro, una de las ligas más importantes de allá”.

“Después de eso nos estuvimos preparando como selección todo el tiempo, jugamos los Panamericanos, y después de eso estuve una semana en casa y me fui a Perú (Club Tupac Amaru). Me devolví antes porque pasaron cosas, muchas con las que no estaba de acuerdo y, por la decisión de estar mejor, me devolví”, comentó.

LA FINAL Y EL TÍTULO

Y es que el título con Murano no puede faltar como uno de los momentos más felices en la vida de la deportista, que así mismo lo calificó.

«De partida una de esta final la agregaría a los momentos más felices, venía pasando de un proceso muy intenso de los Panamericanos y esta alegría me vino como anillo al dedo».

«Fueron dos finales duras. La primera fue mucho mejor de lo que esperábamos por 3-0. La verdad no tuvimos muchas complicaciones y, la segunda, sabíamos que iba a ser total. El Colo se jugaba todas sus cartas y, además, venían de perder dos finales. Quería ganarlo a toda costa, sabíamos que iba a estar difícil y largo», sostuvo.

«No es solo llegar al gimnasio y jugar. Antes de eso se viene una preparación, estudiamos toda la semana las cosas que hacía el Colo: Qué era lo más habitual, a quién sacarle, el trabajo del cuerpo técnico… llegamos muy preparadas».

En esa línea, Badilla destacó que el título, tanto en la rama masculina como femenina, fue conquistada por Murano: “Por lo menos, en la liga nunca se había ganado en damas y varones, así que hicimos historia y nada… eso es parte de todo el trabajo de los dirigentes que están haciendo un gran trabajo, y se nota», expresó la voleibolista de 20 años.

LOS PANAMERICANOS

Por otra parte, Badilla también destacó el gran año que vivió con el vóley, tanto en la selección como con Murano, y detalló uno de los mejores momentos que ha vivido en el deporte.

“Lo encuentro una de las mejores cosas. Llevar en la camiseta la bandera de Chile acá en el pecho es otra cosa, y aparte de que en los Panamericanos me di cuenta de que nosotras somos referentes para muchas niñas, después de los Panamericanos nos llegaron muchos mensajes”.

“Fue uno de los mejores momentos, el vóley chileno creció mucho este año. Por lo menos las mujeres tuvimos muchos campeonatos que la verdad no habíamos tenido antes. Tuvimos una Copa Panamericana, un Sudamericano, dos giras por todo Chile, fue mucho vóley y después los Panamericanos fueron una cosa de ensueño. Jugar acá en Chile con el público a tu favor y cantar el himno fue otra cosa”, remarcó.

En ese sentido, Gabriela reconoció el gran apoyo del público en los Panamericanos: “Yo supuse que iba a haber más gente, pero superaron todas mis expectativas. Antes del primer partido me acuerdo de que, antes de llegar, íbamos en el bus y le pedí a mis papás que me mandaran una foto y el gimnasio explotaba. Aparte considero que fue uno de los escenarios más bonitos de los Panamericanos, se hizo una cosa impresionante”.

EL APOYO DE LA FAMILIA

“En mi caso son todos importantes en mi familia. Estoy jugando desde los siete, con mi hermana y mi papá, sobre todo, que es entrenador también y prácticamente me formó y me enseñó a jugar. Siempre viajamos para todas partes y creo que solo se ha perdido dos partidos en los que he estado fuera, pero si no, siempre ha estado al lado y apoyándome. Es como mi entrenador”, cerró Gabriela Badilla.