Imagen

Misión cumplida: Colo Colo logró la clasificación a octavos de Copa Libertadores

Gracias a un correcto partido en la cancha de Asunción, el Cacique empató 1-1 en su visita a Cerro Porteño y consiguió el resultado mínimo que necesitaba en la última fecha de la fase grupal. Los albos de Jorge Almirón rompieron un maleficio de seis años y avanzaron a la ronda de los 16 mejores.

Sebastián Cornejos MAYO 29, 2024

Festejos de Arica a Magallanes. En el partido decisivo del grupo A, válido por la fecha 6 de Copa Libertadores, Colo Colo cumplió en su visita a La Nueva Olla de Asunción y empató 1-1 con Cerro Porteño, lo que le bastó para sacarse la mufa y clasificar a octavos de final


Los albos comenzaron con mucha convicción y dominio, jugando cerca del área enemiga. Guillermo Paiva fue el más listo de la clase y se generó una infracción en el área, provocando un penal a favor. Carlos Palacios (23') tomó la responsabilidad y con un ajustado remate puso en ventaja al Eterno Campeón.


Los dirigidos por Jorge Almirón eran superiores y tenían la clasificación en el bolsillo. No obstante, el Ciclón de Barrio Obrero encontró la paridad con un pase a las espaldas de Maxi Falcón y Erick Wiemberg, para que Federico Carrizo (35') definiera por arriba de Brayan Cortés.


Ya en el complemento el cuadro popular entró con disposición de ganarlo, y en el 52' Palacios generó una importante ocasión. Pero el equipo albo se echó atrás unos minutos y ahí el local obligó a la estirada de Cortés al 64' y al 68' tuvo un disparo que pasó muy cerca.


Con un cuadro paraguayo escaso de ideas y el conjunto chileno aguantando peligrosos balones al área en los minutos finales, el Cacique hizo la tarea, logró que expulsaran a un rival en los descuentos y sacó el billete a octavos del gran certamen continental.


Pese a solo sumar un triunfo en la fase grupal, Colo Colo de Almirón clasificó a octavos como segundo de grupo con seis unidades, logrando romper su maleficio y volver a la ronda de los 16 mejores después de seis temporadas. Un respiro profundo y felicidad en Macul.



Sebastián Cornejos