Pablo Pérez: «Si me sacan el ojo, no me lo paga nadie»

Tras los incidentes ocurridos en el estadio Monumental de River Plate en contra de los jugadores de Boca Juniors, situación que terminó suspendiendo dos veces la final, este lunes el capitán de los 'xeneizes', Pablo Pérez, comentó como fueron los hechos y el temor que sintieron en esos instantes.

Este lunes 26 de noviembre y en medio de los trámites por su recuperación ocular, el capitán de Boca Juniors, Pablo Pérez, contó los detalles del ataque que sufrieron en el bus al ingreso del estadio Monumental de River Plate el pasado sábado, problema que terminó por suspender en doble instancia la tan esperada final de Copa Libertadores. Entre sus dichos comentó que tras abandonar el recinto en ambulancia también fueron blanco de los proyectiles.

«Es una vergüenza lo que sucedió. Tengo mi señora y tres hijas. La mayor me abrazó cuando llegué a casa y estaba llorando. Uno no puede jugar de esta manera, esto no puede pasar más. Si el ojo me lo sacan, no me lo paga nadie”, dijo a los medios argentinos.

«No puedo ir a una cancha donde no me brindan seguridad. ¿Qué pasaba si jugábamos y ganábamos? ¿Quién me saca de ahí? Si la gente estaba loca antes de entrar, imagínate si les dábamos la vuelta en su estadio. ¡Me matan! No voy a jugar en una cancha donde puedo morir», agregó.

De paso, indicó que al abandonar en ambulancia del estadio, el vehículo de emergencia también recibió proyectiles. «Los piedrazos fueron hasta la puerta del estadio, no soy mentiroso, cuando lo agarramos a Lamardo los vidrios seguían estallando. Apenas salimos del portón en la ambulancia, yendo al hospital, seguían tirando piedras y lo pueden decir la enfermera y el conductor”, confesó.

Sobre la supuesta visita del médico de Conmebol para verificar el estado del plantel ‘xeneize’ y donde firmó un documento que expuso que los futbolistas estaban en condiciones de jugar, Pérez aclaró que a él nunca lo visitó aquel profesional. «Nunca me vino a ver el médico de la Conmebol, ¡Nunca!. Y fue al vestuario y firmó un papel diciendo que yo estaba en condiciones y no veía nada. No me vino a ver ni al hospital, jamás me revisaron. ¡No vino el médico de la Conmebol!, debe tener alguna orden de que no me viniera a ver. Si a mí me sacan el ojo, no me lo paga nadie», finalizó.