Uruguay ganó el Mundial de 1930 gracias a un ‘Divino Manco’

La ‘Celeste’ ganó el primer Mundial de la historia, torneo en el cual los ‘charrúas’ contaron con Héctor Castro como una de sus principales figuras. Con una mano amputada por una sierra eléctrica en plena infancia, el ‘Divino Manco’ marcó el primer gol de Uruguay en la máxima cita.

Por Rodrigo Guajardo Baeza | @Guaja_

Uno de los nombres más importantes en la historia del fútbol de Uruguay es Héctor Castro. El ‘Divino Manco’ es el fiel reflejo de la garra ‘charrúa’, ya que se sobrepuso a un duro problema en su vida y terminó transformado en uno de los artífices de le época dorada de la ‘Celeste’.

El ex seleccionado uruguayo comenzó a trabajar en plena infancia, lo que lo llevó a sufrir un duro accidente a los 13 años: una sierra eléctrica le cortó su brazo derecho por debajo del codo. La mutilación no fue un impedimento y terminó transformado en gran figura del cuadro oriental.

Castro ganó la Copa América de Chile en 1926 y luego conquistó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam en 1928. Pero lo mejor para el ‘Manco’ llegó en la Copa del Mundo de 1930. Ahí el surgido en Club Atlético Lito se alzó como uno de los pilares en el título de los ‘charrúas’ en el primer Mundial de la historia.

El entonces futbolista de Nacional de Montevideo fue el autor del primer gol de Uruguay en dicho certamen y el primero en el Centenario de Montevideo, pues marcó el 1-0 en el duelo ante Perú. La guinda de la torta llegó en la final ante Argentina, donde anotó el definitivo 4-2 que sirvió para sellar la primera corona de los celestes.

El ‘Divino Manco’ posteriormente volvió a conquistar la Copa América en 1935 y tuvo un fructífero paso por Estudiantes de La Plata. Héctor Castro, que también brilló como DT en Nacional, falleció a los 55 años en 1960 transformado en uno de los símbolos de la selección uruguaya y como el fiel reflejo de superación y la mítica garra ‘charrúa’.