Herrera: «Vine a Mushuc para mostrar que Palestino fue un traspié»

En entrevista con Prensafútbol, el flamante ariete chileno del Mushuc Runa de Ecuador, Ignacio Herrera, se refirió a su trayectoria como futbolista, que incluye un corto paso por España, varios años en Chile y exóticas ligas. El delantero comentó que su referente en el fútbol es Arturo Salah.

Por Servando Arce S.

Ignacio Herrera es sin duda todo un trotamundos. El delantero formado en las inferiores de Católica jugó en el Real Betis B de España y más adelante, en busca de un cambio de aires, se adentró en tierras asiáticas para jugar en las ligas mayores de Kazajistán y Azerbaiyán, además de un breve paso por Corea del Sur.

En sus inicios como futbolista no tuvo la oportunidad de debutar en el primer equipo de la UC y partió a préstamo a Rangers de Talca en 2007. Luego de su paso por la ciudad de Sevilla, retornó al fútbol nacional en donde adquirió toda la experiencia de sus técnicos y algunos referentes como Arturo Salah y Claudio Borghi.

En una entrevista exclusiva para Prensafútbol, la reciente incorporación de Mushuc Runa ecuatoriano habló sobre su trayectoria y su paso por Chile, además de sus viajes «exóticos», su vuelta a tierras nacionales para jugar en Palestino, lo que considera fue un traspié en su carrera y su llegada a la altura de Ecuador para defender los colores del equipo del ‘ponchito’.

 – ¿Cómo fue tu paso en las inferiores de la UC y por qué no debutó en el primer equipo?
«De Católica estoy muy agradecido. Más allá de la formación que me dio como futbolista, que ya es mucha, me dio una gran formación como persona. Pude compartir con grandes jugadores que hasta el día de hoy mantengo una tremenda amistad. Tuvimos una generación muy bonita. Me tocó ser goleador y tener una muy bonita carrera en inferiores. Lamentablemente cuanto me tocó saltar al primer equipo, era difícil porque habían muy buenos delanteros, de hecho estaban esperando la oportunidad jugadores como Eduardo Rubio y el ‘Pájaro’ Gutiérrez, entonces fue difícil».

– Un técnico que recuerdes de esa etapa…
«De Jorge (Pellicer) nada que decir, él es un caballero del fútbol. Cuando chico estuvimos un año medio año en una Sub 16, después cuando yo volví a Católica, a los juveniles, él era el técnico del primer equipo. Pero yo también supe entender que habían muy buenos delanteros, habían muy buenos jugadores y que lamentablemente no había espacio, esa era la realidad».

– ¿En que contexto se dio tu salida de Católica y tu llegada a España?
«Me tocó ir a préstamo a Rangers y no se dio muy bien. Era un club difícil en ese momento y yo también no me supe adaptar. Gracias a Dios, por la buena carrera que yo tuve en las divisiones inferiores, se me abrió lo de ir al Betis y fue una muy buena experiencia. Fue muy bonito y le agarré mucho cariño. Hace una semana me junté en Barcelona con el que fue mi DT, después él agarró el primer equipo, pera lamentablemente no se pudo evitar el descenso. Estuve en el filial y aprendí mucho, pero había un precio pactado y con el descenso no se pudo concretar la venta».

– Estuviste en Chile del 2009 hasta el 2016. ¿Qué equipo y cuál DT marcaron tu carrera?
«Me costaría elegir un entrenador, porque la verdad tengo claro quién es la persona a la que más me gustaría parecerme, y es sin duda Arturo Salah. Él me llevó a Huachipato, donde no jugué mucho. Era muy joven y había muy buen equipo. Pero como persona, los que lo conocen saben, una persona intachable, de una sola línea, así que la verdad él es un referente para mí».

– ¿Algún otro DT que te haya sorprendido? 
«Claudio Borghi. No me tocó ser dirigido directamente por él, pero se portó muy bien conmigo a lo largo de mi carrera. Fue una persona que siempre estuvo pendiente de mí, siempre me ayudó y siempre me trató con mucho cariño, así que estoy muy agradecido de Claudio. También es un referente, me gusta mucho su manera, es muy humano, es muy pro-jugador, así que te diría que el también es una persona que quiero mucho».

– Siempre se resalta tu paso por países que «exóticos» ¿Qué te impulsó a ir a tierras asiáticas?
«Llegó un minuto en que en Iquique yo sentí que estaba estancado, sentí que necesitaba un cambio en todo sentido de mi vida. Venía hablando con un representante que manejaba todas las ligas de Rusia, Kazajistán, Azerbaiyán y me hizo llegar una oferta. Yo en Iquique había tenido un muy buen final de campeonato. La analicé, con mi familia, con mis viejos, era bueno en lo económico. Ir fue la mejor decisión que pude haber tomado, me abrió muchas puertas».

– ¿Fue muy complicado el inicio?
«Si bien al principio fue difícil, un país soviético, antiguo y lleno de historia,  armamos un grupo muy lindo, nos metimos en fase previa de Europa League, me eligieron mejor jugador del equipo y eso me abrió las puertas de ir a Azerbaiyán a un equipo grande como el Neftchi, que en Chile no es muy conocido. Es un equipo que jugó en la ex Unión Soviética, tiene mucha gente, muchos seguidores. Bakú es una ciudad espectacular, que se está abriendo cada día más al mundo, y ahí tuve dos años espectaculares y terminamos también metiéndonos en la previa de Europa League».

– Después vino el salto a Corea del Sur.
«Ir a Corea fue netamente un tema de cambio de aires, también un poco lo económico, pero sí me restó en lo deportivo, porque era un equipo de segunda división, pero que económicamente estaba muy bien. Fue una experiencia más y me la tomé muy bien. Eso sí fue más difícil, porque había muy pocos extranjeros. En Asia están permitidos solamente 3 extranjeros por equipo, entonces se hacía muy difícil, las comidas eran un lío también, pero Seúl es una ciudad grande, una capital mundial, así que dentro de todo pude adaptarme».

UNA NUEVA AVENTURA EN ECUADOR

– ¿Cómo calificarías tu paso por Palestino y que te llevó a partir a Ecuador?
«Me costó salir de Corea por un tema contractual. A Palestino llegué a destiempo, en marzo, y el equipo ya había empezado la pretemporada el 27 de diciembre. El equipo ya estaba armado para jugar la Libertadores, me tocó pelearla de atrás y bueno, a veces las cosas salen, a veces no. Lucas (Passerini) tuvo un tremendo año, el ‘Pájaro’ es un jugador de jerarquía, el profe Ivo juega con dos puntas, no juega con extremos, y bueno, siento que cuando me tocó lo traté de hacer siempre de la mejor manera así que en ese sentido me quedo tranquilo».

– ¿Te dejó un saldo negativo tu paso por La Cisterna?
«Claramente para mí no fue un buen año, me hubiera gustado jugar mucho más, me queda esa espinita de no haber tenido más continuidad, pero bueno, el fútbol es así y ahora muy contento de tener esta oportunidad. De poder demostrar que el año pasado fue un traspié en mi carrera y que la continuidad que yo venía teniendo en los últimos años la puedo seguir teniendo. Este año cumplo 33, me siento muy bien físicamente, creo que me queda mucho fútbol así que estoy muy ilusionado de que este 2020 en lo deportivo y en todo orden de cosas me vaya muy bien y al equipo también».

– ¿Cómo se gestó la llegada al Mushuc Runa?
«Lo de venir acá se gesta un poco por el ayudante técnico, que me conocía desde chico. Iván Endre, que es chileno. El preparador físico también, Fabián, que también es chileno, y bueno, a través de los representantes y los agentes que siempre están moviendo los mercados. Me gustó mucho el proyecto deportivo, la manera de jugar que me planteó que iba a tener el entrenador, el cuerpo técnico, y la confianza y el cariño que me demostraron desde el primer día. En realidad, eso fue determinante para tomar la decisión de venir acá».

– ¿El nivel será similar a lo que viviste en Chile el 2019?
«Aquí la liga ecuatoriana está bien competitiva, está Independiente del Valle, la Católica, Liga de Quito, Emelec, Barcelona de Guayaquil, así que no es algo malo. Cuando termino contrato con Palestino, empiezo a hablar con distintos intermediarios y uno de ellos me presentó acá. Estuve averiguando un poco de la liga, pedí opiniones y decidí venir».

– ¿Cambiaron los planes presupuestado para 2020?
«Yo tenía muy metido en la cabeza el tema de quedarme en España, radicarme un tiempo por allá, era un poco lo que quería. Pero al final, un poco apoyado por la familia y mi polola, decidí venir y aceptar el desafío. Es una liga bien competitiva, hay equipos que marcan la diferencia. El grupo me ha recibido muy bien».

– ¿Qué has podido conocer del Mushuc Runa?
«El equipo es de la ciudad de Ambatos, pero jugamos un poquito más en la altura. Así que ahí estamos adaptándonos a eso también, llevo recién tres días, pero en los tres días hemos metido ya seis entrenamientos, así que ha estado duro. El poncho es muy originario de acá porque el dueño del club es uno de los líderes de una comunidad indígena local. A la camiseta ellos también le dicen el ‘ponchito’, así que en las las presentaciones siempre se usa el poncho originario de acá».