River le pegó en el suelo a una Católica que agoniza
Nuevamente con un nivel preocupante y lamentable de los visitantes, el cuadro uruguayo ganó 3-0 en Montevideo y selló la eliminación de la UC de la Copa Sudamericana. Los 'cruzados' extienden su mal momento, sobre todo por los bajísimos rendimientos individuales de varias de sus figuras.
Por Christián González Valdivia.
Las ganas era uno de los factores de lo que los hinchas de Universidad Católica se tomaban para soñar con dar vuelta el 0-1 de la ida. Pero ni eso mostró tanto la UC en Montevideo. Un cuadro de Falcioni con escasas ideas y muchos ripios cayó por 3-0 ante River Plate de Uruguay, quedó fuera de la Copa Sudamericana y complicó aún más el presente del equipo.
El estratega argentino mantuvo las dos líneas de cuatro para intentar sorprender por fuera, pero los circuitos en Católica parecen cortados en todos lados. Salvo un par de centros, uno cabeceado alto por Ramos, la UC no generó peligro ante un River que esperó y le cedió la responsabilidad al cuadro chileno.
Falcioni intentó mover las piezas con Botinelli y Muñoz por Cordero y González, respectivamente, pero nada. Este equipo ‘cruzado’ no se encuentra y para peor, uno de los que falla poco esta vez se equivocó. Salida rápida de los ‘charrúas’, balón en profundidad y Cristián Alvarez que falló en el cruce con la pierna izquierda. Michael Santos solo frente a Costanzo definió cerca de un poste (70′).
Desesperación e impotencia de ahí en más. Alfonso Parot, amonestado en la primera parte y que ya había dejado de lado actitudes que provocaran su expulsión, se ganó la segunda amarilla (80′). Pero la humillación vendría después. River llegó al 3-0 -Santiago García (88′) y Cristian Techera (90+3′)- y Darío Bottinelli, que había ingresado para dar soluciones, fue parte del problema y se hizo expulsar con un codazo (89′).
Fines de agosto y Católica quedó sin torneo internacional y casi eliminada de Copa Chile. El aire está denso en la UC, porque al menos en la cancha, no hay respuestas, ni colectivas, ni individuales, ni desde el banco, con Julio César Falcioni a la cabeza.