Sigue escurridizo: Ryan Giggs se confesó un «tramposo en el amor»
En medio del juicio que le inició su ex pareja por agresión y conducta coercitiva, el ex entrenador del Manchester United reveló sus andanzas amorosas, las que incluyen la aventura de ocho años con la pareja de su hermano y el haber intentado seducir a la madre de su cuñada.
Ryan Giggs sigue escurridizo como en su mejores días dentro de la cancha. El galés debió abrir la puerta de su intimidad en el juicio que le inició su ex pareja, Kate Greville. Ahí el zurdo debió confesar sus infidelidades y su actuar a la hora de relacionarse con sus parejas.
Al subir por primera vez al estrado del Tribunal de la Corona de Manchester, el zurdo confesó que es «un tramposo en el amor. Nunca pude resistirme ante una mujer atractiva». A eso le agrego la revelación que engañó a su ex esposa, Stacey Giggs, con su actual acusadora y a partir de ahí dieron rienda a una relación que arrancó mientras ambos ambos estaban casados.
Pero los presentes quedaron incrédulos cuando amplió más detalles y contó de la aventura de ocho años con la pareja de su hermano, Natasha, y el haber tratado de seducir a la madre de su cuñada. Además, en 2011 le ofreció 280 mil euros a su hermano Rhodri con el afán de que se callara y dejase de ventilar públicamente sus secretos.
A Gigg se le imputa ha denunciado por agresión y conducta coercitiva, pero negó haber agredido a la mujer en alguna oportunidad y descartó haberla convertido en «esclava de sus demandas».
No obstante, el ex futbolista sentenció que «acepto que durante la pelea ella me golpeó en la cara, causándome sangrado en el labio y en el interior de la boca. Y también acepto que durante esta pelea mi cabeza chocó con la de ella».
