jueves 16 julio, 2020
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Brasil 2014: El Mundial que dinamitó el mercado de fichajes

Como no se había visto antes en la historia de las Copas del Mundo, el torneo disputado en territorio brasileño dio pie a una innumerable cantidad de traspasos de jugadores. Fichajes millonarios y otros no tanto que marcaron el devenir de ese agitado verano europeo de 2014.

Por Carlos Ramírez S.

Los Mundiales suelen ser tierra fértil tanto para jugadores como para los clubes, cuando el objetivo final no es más que dar un paso adelante. A lo largo de la historia de las citas planetarias han sido muchos los casos de futbolistas que mostraron un rendimiento destacado que les abrió las puertas de más de algún club de renombre, especialmente en Europa.

La opción que entrega el poder ver a los mejores jugadores del mundo por un mes completo, coincide con la apertura del mercado de fichajes del fútbol europeo. El verano en el ‘Viejo Continente’ suele ser movido cuando es año de Mundial. Pero, aunque esto sea una costumbre, Brasil 2014 quedará marcado en la historia del fútbol como el torneo que remeció el mercado como no se había visto antes.

SUMAS MILLONARIAS
El mayor ejemplo de esto fue James Rodríguez. El talentoso volante colombiano disputó el campeonato en Brasil con solo 22 años, y traía a cuestas varias temporadas de excelente nivel en el Porto y el Mónaco.

El zurdo fue considerado como el mejor jugador de la fase de grupos, además de coronarse como el goleador del certamen con 6 anotaciones. Rodríguez maravilló al mundo hasta que Colombia fue eliminada a manos del anfitrión en cuartos de final.

James era la joya más deseada por todos en Europa durante julio y los rumores sobre su futuro no cesaban. Pero, cómo no podía ser de otra forma, el Real Madrid se movió con celeridad y logró cerrar el fichaje del colombiano por la no despreciable suma de 75 millones de euros, traspaso que fue el séptimo más caro de la historia en esa época.

Siempre involucrado en transacciones gigantescas, el club ‘Merengue’ no vio sus arcas tan dañadas ese 2014, ya que a pesar de invertir esa enorme suma de dinero en el enganche colombiano, los euros giraron de tal forma que Ángel Di María fue la moneda de cambio en esa operación.

El argentino llegó a disputar el Mundial sabiendo que no seguiría en el Bernabéu, y su actuación fue tan destacada en el torneo, llegando a la final con la ‘albiceleste’, que el Manchester United no dudó ni un segundo en pagar los 75,6 millones de euros que pidió el equipo español.

El paso de Di María por Old Trafford fue poco prolífico, a tal punto que solo estuvo una temporada antes de partir al PSG. Este traspaso se convirtió en el sexto más caro de la historia del fútbol en ese entonces.

Por supuesto que Barcelona no podía quedarse atrás. La década pasada fue dominada de principio a fin por ambos gigantes españoles, tanto en la cancha como en las oficinas.

Los montos que movían y siguen moviendo el Barca y el Madrid son estratosféricos, por eso tampoco extrañó mucho que, ante el golpe a la mesa del fichaje de James, el equipo ‘culé’ respondiera con un puñetazo aún mayor.

Luis Suárez fue otro de los grandes protagonistas del torneo disputado en territorio brasileño.

El uruguayo llegó a disputar la Copa Mundial precedido por unos números realmente destacados en sus temporadas previas defendiendo al Liverpool, y a pesar de no poder disputar el primer encuentro de la cita planetaria, fue la gran figura en la victoria ‘charrúa’ por 2-1 sobre Inglaterra en la segunda jornada, anotando un doblete.

Luego vino el partido con Italia y la ya legendaria imagen de Suárez mordiendo al defensor Giorgio Chiellini. El goleador fue suspendido por 4 meses de toda actividad oficial del fútbol, algo que no espantó a la directiva del Barcelona, que puso sobre la mesa de los administrativos del Liverpool 82,3 millones de euros. El fichaje de Suárez no solo fue el más caro de ese convulsionado mercado, sino que lo convirtió en el cuarto jugador más costoso de todos los tiempos para esos días.

LAS ‘GANGAS’ MUNDIALERAS
Pero dentro de esa danza de millones que significó la época posterior a la Copa del Mundo de 2014 no solo hubo cifras exageradamente grandes, sino que también hubo más de un movimiento que, visto en perspectiva, salió rentable o incluso barato. Ese verano fueron varios los jugadores que pasaron de un club a otro, sin saber que llegarían a ser ídolos en su nuevo destino.

Real Madrid otra vez termina por ser el mejor ejemplo de ello. Fuera del golpe a la mesa que significó fichar a la gran revelación del Mundial, un campeón del mundo entró al Santiago Bernabéu por primera vez ese 2014.

Se trata de Toni Kroos, que lideró de forma conjunta la tabla de asistencias del torneo con Juan Guillermo Cuadrado y se convirtió en uno de los grandes bastiones de la selección alemana que levantó el trofeo.

Kroos llegó al Real Madrid procedente del Bayern Múnich por “sólo” 25 millones de euros, una cifra que en retrospectiva parece insignificante si se analiza todo lo que el alemán le ha dado al club y los títulos que ha ganado en estos 6 años. En su período en la capital española el jugador ya suma 279 partidos disputados, los que han sido suficientes para levantar 10 trofeos, incluidas 3 ediciones de la Champions League.

En la otra vereda de la ciudad, el Atlético de Madrid también supo reforzarse muy bien después del Mundial. Con 23 años recién cumplidos, Antoine Griezmann llegó a Brasil con la esperanza de cuajar una buena presentación que le permitiera dar el paso definitivo en su carrera de una vez por todas, tras varias temporadas al alza en la Real Sociedad.

Sin que su paso por el torneo haya sido especialmente brillante, quedando eliminado con los ‘Bleus’ en cuartos de final, el ‘Principito’ logró alzarse como una figura de calidad mundial, razón suficiente como para que el ‘Atleti’ le fichara por 30 millones de euros.

La verdad es que Griezmann valió cada euro que los ‘colchoneros’ pagaron por él, ya que en 5 años defendiendo su camiseta marcó 133 goles en 257 encuentros, volviéndose el gran referente ofensivo del equipo. Además, el 2019 fue traspasado al Barcelona por 120 millones de euros, cuadruplicando su valor en solo 5 años. Negocio redondo.

Holanda, rival de Chile en la fase de grupos, rindió a un gran nivel a lo largo del torneo en el que fueron terceros, sin la necesidad de contar con muchas estrellas de renombre en su plantilla. Sin embargo, la buena campaña de la ‘Oranje’ sirvió de trampolín para al menos dos futbolistas que vieron como sus carreras dieron un gran paso adelante.

Daley Blind y Stefan de Vrij llegaron a Brasil como jugadores de bajo cartel, pero se fueron del país como grandes proyectos a futuro, conformando una sólida defensa a lo largo del torneo que hizo que Holanda no perdiera ningún partido.

Blind fue fichado por el Manchester United por una cifra cercana a los 17 millones de euros, aunque nunca pudo adaptarse del todo al fútbol inglés. Por su parte, De Vrij llegó como fichaje estelar a la Lazio por solo 8,5 millones de la moneda europea, convirtiéndose en el líder de la defensa del equipo romano por 5 años y dando el salto al Inter de Milán en 2019, equipo en que se desempeña actualmente.

Pero sin dudas que las mayores gangas post Mundial fueron los arqueros. David Ospina fue una de las grandes figuras de la Selección Colombia durante la campaña, y a pesar de ser tentado por varios clubes, el Arsenal fue capaz de acometer su fichaje por la módica suma de 4 millones de euros.

Y para qué hablar de Guillermo Ochoa. ‘Paco Memo’ fue uno de los porteros más destacados de la primera fase del campeonato, sobresaliendo enormemente en el encuentro entre México y Brasil. Con la carta de libertad bajo el brazo tras finalizar su contrato con el débil Ajaccio francés, se esperó todo el verano para saber qué equipo se quedaría con el arquero.

Finalmente fue fichado por el Málaga, donde Ochoa nunca pudo consolidarse, teniendo que esperar casi un año y medio para jugar su primer partido en la Liga Española y sin poder refrendar el excelente nivel mostrado en el Mundial.

Publicado en: Noticias